Las 5 excusas más comunes para no presentar en español
En algunas semanas, el personal docente regresará a un nuevo año escolar, y muchos de nosotros presentaremos talleres de capacitación de maestros. ¿Estaremos presentando en inglés o en español? Una de las premisas de la lectoescritura bilingüe en los Estados Unidos que nos plantea Teaching for Biliteracy es que el español es un idioma minoritario, y hay que ser intencional en elevar su estatus y no dejar que el inglés domine. Sin embargo, la capacitación de maestros en escuelas bilingües suele pasar mayormente en inglés. ¿Por qué no presentamos en español? Les presento las cinco excusas más comunes para no presentar en español y el razonamiento para superar estas excusas.
En nuestras escuelas, hay maestros con varios niveles de proficiencia en español. Al intentar de incluirlos a todos y no ofender a nadie, el facilitador toma la decisión de presentar en inglés. Las intenciones son buenas, pero el resultado es que seguimos perpetuando el mensaje de que el inglés vale más que el español, y los maestros pierden una oportunidad de practicar y mejorar su español académico. En mi experiencia, he visto que los maestros monolingües, o los que hablan poco español, aprecian el uso del español en los talleres profesionales, y mucho más cuando entienden el razonamiento de la decisión y se les presentan los apoyos necesarios para su participación.
El reto es igual para los maestros del salón y los líderes de la capacitación de maestros que buscan un artículo profesional ¿Usamos el texto perfecto en inglés, o un texto no tan ideal en español? Una reflexión acerca de las metas que tenemos para los participantes normalmente nos deja con un plan balanceado. El usar un texto en español nos da la oportunidad de modelar varias estrategias útiles para los alumnos que aprenden en un “segundo idioma” como un banco de vocabulario, los visuales y el movimiento, oportunidades para hablar en pareja, etc. Entre los textos profesionales escritos en español se incluyen La enseñanza de la lectura y la escritura en español y en inglés por Freeman y Freeman y Fundamentales de la enseñanza del español en los EEUU. por Dr. Kim Potowski.
Nadie dijo que ser bilingüe iba a ser fácil. Nosotros, los maestros bilingües, estamos acostumbrados a hacer doble el trabajo en planificar las lecciones, en encontrar los recursos, y en evaluar a nuestros alumnos. De la misma manera, la preparación para la capacitación de maestros tomará más tiempo y más creatividad. Trabajamos lo bilingüe en un sistema monolingüe…. Por ejemplo, copiar y pegar desde Word al preparar una presentación de Powerpoint es un pasito extra, pero representa un mensaje grande.
El presentar en público es un acto valiente, y hacerlo en su idioma no dominante tal vez parece demasiado ambicioso y peligroso. Pero, ¿qué buena oportunidad para modelar lo que pedimos de nuestros alumnos (y maestros)? Al participar en un taller en español, muchos miembros del cuerpo docente reconocen el valor (y el reto) en hacerlo. Nos identificamos con la experiencia de nuestros alumnos y nos damos cuenta de la importancia que pueden tener los apoyos y las oportunidades para trabajar el lenguaje oral en el proceso de aprendizaje.
Cuando las organizaciones encuentran un ritmo, no buscan un cambio que pueda interrumpir la armonía (especialmente tomando en cuenta tantas otras demandas). El enseñar la lectoescritura en dos idiomas requiere la reflexión crítica de nuestras prácticas, y la flexibilidad de evolucionar/adaptar a prácticas que actualicen las premisas en las que creemos. Para los líderes de las escuelas, les animo a establecer la base de la premisa de utilizar el español tan frecuentemente como sea posible. Asimismo, es importante involucrar al docente en la reflexión sobre las prácticas actuales y en sugerencias de cómo mejorar. Agradézcanles por ser parte de un equipo y un movimiento que valora el español, y que valora el bilingüismo.
About the Author: Emily Zoeller
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Al igual que tú, pienso que muchas veces las escuelas usan escusas en forma de estrategia y a veces de ignorancia. En mi experiencia, unas escusas más comunes que he escuchado son “No hay intérprete disponible” o “Se nos olvidó, crees que sea necesario?” Evidentemente, muchas escuelas no quieren lidiar con este “problema” de buscar un intérprete bilingüe para las familias Latinas. La inclusión es muy importante, entonces una forma de promoverlo es hacer sentir a los estudiantes bilingües parte de la audiencia, de la comunidad y de la escuela. Además, cuando hay un intérprete, los estudiantes y padres latinos o no latinos, son expuestos a la lectura y escritura en los dos idiomas, español e inglés. Como resultado, esto puede aumentar la conexión y confianza entre los padres de familia y la escuela. Esto también ayuda a que los estudiantes se sientas más confiados hablando su idioma y que desarrollen una relación positiva con los maestros y la escuela en general. Como dice Potowski, “El maestro que se sienta ofendido por la forma de hablar de los alumnos bilingües difícilmente podrá ayudarles a sentirse cómodos y a emprender el gran esfuerzo necesario para que su repertorio lingüístico crezca y se pula.”